Anna Ferro ofreció una entrevista para el programa ‘Anetteando’ de Anette Cuburu, en donde habló de su duelo tras perder a Fernando del Solar. La famosa tocó el tema del funeral, específicamente cuando conoció a Luciano y Paolo, hijos de Ingrid Coronado y el conductor argentino.
La maestra de yoga contó que el primer encuentro con los menores sucedió en el velorio de Fernando del Solar, aspecto que quedó inmortalizado en una foto de las redes sociales. Todos se fueron a tomar un café y después tuvieron que ingresar a la funeraria en un tumultuoso encuentro con los medios de comunicación.
“Quedaron en que al día siguiente (de su muerte), (ellos) iban a ir a ver a su papá, pero, que pedía ella (Ingrid Coronado), porque había hablado con una tanatóloga, cerrar el ataúd y que nada más (los niños) iban a dejar una cartita y que no lo vieran”, contó.
La situación se salió un poco de control, pues Ingrid Coronado quería proteger a sus hijos de las preguntas de la prensa: “Después, no me acuerdo quién de mis cuñadas, se puso de acuerdo con ella (Ingrid) y se los prestó (a Luciano y Paolo), y los llevamos a un Starbucks, que es cuando yo me saco la foto con mis hijos, con ellos”.
Anna Ferro revela nuevos detalles el funeral de Fernando del Solar
Fernando del Solar murió el 30 de junio de 2022 tras una neumonía derivada de una gripe. Los restos del famoso fueron trasladados de Cuernavaca a Ciudad de México, en donde se encontraron Ingrid Coronado y Anna Ferro, además de los hijos de ambas mujeres.
“Nunca los habíamos juntado. Pero cuando veníamos regresando, no estábamos acostumbrados a todo eso, vienen todos los reporteros y los medios encima. Nosotros no sabíamos cómo proteger a los chicos, entonces una de las amigas de mis cuñadas sale en coche, nos subimos todos a él y pudimos todos entrar (a la funeraria)”, dijo.
La viuda del presentador argentino contó cómo fue el encuentro de Luciano y Paolo con el ataúd de su papá: “Los llevamos (a Luciano y Paulo) al funeral, a donde estaba la capilla, pero les pedimos: ‘Quédense aquí’. Hicimos una pequeña ceremonia, con el ataúd cerrado y después sí se abrió, para que cada uno se fuera a despedir”, contó.
“Entonces, uno de los chicos lo vio, y dijimos: ‘¡Dios!’. Cuando les habían pedido, porque a mí no, que (ellos) no estuvieran ahí. Fue, en una forma de quererlos proteger, pero al mismo tiempo, nos brincamos algo que se les había pedido a ellas”, añadió.
Y por último, Anna habló del reclamo que recibieron sus cuñadas: “Ya hubo como el reclamo hacia ellas (mis cuñadas). No fue con ningún dolo ni con ninguna mala intención. No nos podíamos ir o sacarlos de ahí porque estaban todos los reporteros afuera, entonces era un verdadero relajo”