Desde que Allisson Lozz decidió alejarse de las telenovelas, han sido varios los rumores con respecto a dicha decisión, pues mientras algunos aseguran que fue por su religión, otros señalan que fue su ahora esposo quien la orilló a dejar la actuación, esto con el fin de que se dedicara únicamente a su familia. Si bien han sido muchos los cuestionamientos con respecto a su ausencia en la pantalla chica, esta vez decidió aclarar todo y alzar la voz a través de sus redes sociales.
“Sé que es una cuenta pública donde cada quien tiene derecho a comentar lo que sea, pero también sé que esta cuenta me pertenece y puedo eliminar de ella a quien yo quiera, así que por mi paz, así será”, fue parte del mensaje que envió la ex actriz a quienes han asegurado que su esposo y religión le prohiben desarrollarse dentro del mundo del espectáculo.
“Lo lo dejé porque mi religión me obligó, menos porque mi esposo me obligó y tampoco por vender cremitas como unos dicen", aseguró la famosa, quien se vio muy molesta al responder esta ola de cuestionamientos, pues asegura que ella vive muy feliz junto a sus seres queridos.
“Mi religión no obliga a nadie a hacer nada; cada quien toma sus decisiones personales actuando de acuerdo a sus principios. Mi esposito, a él lo conocí después de haberme mudado de la Ciudad de México. Y eso de vender cremitas, solo tengo cinco meses en esta maravillosa empresa que es Mary Kay”, declaró la famosa.
Además, aseguró que tardó más de diez años en volver a trabajar en algo, pues los traumas por los que pasó como niña actriz, los cuales iban desde regaños hasta abusos, no le permitieron en un principio desarrollarse en un ambiente laboral, razón por la que se dedicaba al 100% a su familia, hasta que logró superar ese trago amargo y comenzar a ganar dinero siendo su propia jefa.
“Me siento feliz porque tengo un trabajo desde hace meses que me permite poner mis prioridades en regla y ser mi propia jefa. Nadie me trata mal ni me levanta la voz”, concluyó la ex actriz y protagonista de Al diablo con los guapos.