Adrián Marcelo, quien es un reconocido influencer y conductor de televisión conocido por su peculiar sentido del humor, recientemente realizó una revelación impactante sobre su pasado. Durante una aparición en el programa de Yordi Rosado, Marcelo abrió su corazón acerca de algunos momentos oscuros de su infancia, como que habría vivido abuso por parte de una empleada doméstica.
Recordando sus primeros años, Marcelo compartió que sus padres a menudo los dejaban a él y a sus tres hermanos al cuidado de una joven que trabajaba como empleada doméstica. Sin embargo, estos períodos de sus vidas estuvieron marcados por el abuso psicológico infligido por esta misma cuidadora.
"Nunca nos faltó nada; he sido muy privilegiado. En algún momento, mis padres estaban distantes debido a su trabajo. Recuerdo que teníamos una empleada doméstica que nos abusaba psicológicamente. Éramos solo niños. Nos contaba historias inapropiadas, llenas de miedo pero también con una especie de vulgaridad y obscenidad", recordó el influencer.
Adrián Marcelo revela que vivió abuso de parte de empleada doméstica
El presentador de televisión reveló además que también experimentó una forma de abuso por parte de la empleada doméstica. Compartió: "Fue mi despertar sexual. No tuve relaciones sexuales reales, pero tengo recuerdos de estar encima de ella en una silla, involucrándome en lo que los niños llaman 'faje' [tocamientos sexuales]. Recuerdo tener estos encuentros con ella cuando aún era un niño. Es un tema fuerte porque implica abuso".
A pesar de estas experiencias angustiantes, Marcelo afirmó que no considera que le hayan causado un trauma duradero. Ha hablado abiertamente al respecto con amigos y enfatizó que lleva una vida normal. Sin embargo, mencionó que durante ese tiempo también se les infligían castigos físicos a él y a sus hermanos.
"Soy una persona muy normal. Lo comento con amigos porque no es algo que me genere traumas. Ella terminó robándole un recetario a mi madre. Nos obligaba a mirar hacia la pared y nos golpeaba en la espalda con una espátula si nos atrevíamos a voltearnos. Éramos tan revoltosos que nuestros padres no nos creían", concluyó Marcelo.